En una nueva conmemoración del 1ro de Mayo queremos hacer llegar, en este 2020 tan peculiar, un merecido saludo a todas las mujeres y todos los hombres que han elegido a la docencia de la Historia como el rol para actuar e incidir en la sociedad.
Dedicarse a la enseñanza implica hacerlo con el cuerpo y con la cabeza, pero indudablemente también con el alma ya que se trata de una tarea emocionalmente apasionante, porque como sostiene Freire, trabajamos con los sueños y las esperanzas de las generaciones que nos sucederán.
Hoy más que nunca vaya el reconocimiento al profesorado en general y a nuestros colegas de Historia en particular, por el esfuerzo, la dedicación y el profesionalismo con que han encarado la actual contingencia.
Inspección de Historia
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