lunes, 25 de mayo de 2020

El arte en la clase de Historia. Octava entrega



EL ARTE EN LA CLASE DE HISTORIA VIII

EL ÉXODO CAMPO – CIUDAD EN LA MIRADA DE DOS PINTORES LATINOAMERICANOS

Prof. Mónica Salandrú

Los desplazamientos geográficos de la población constituyen una temática que ha atravesado la historia de América Latina. A mediados del siglo XX los desplazamientos más característicos fueron los de la migración del campo a la ciudad como resultado de la modernización de la agricultura con la consiguiente expulsión de mano de obra y, como contrapartida, de medios urbanos industrializados que atraían con la ilusión de acceder allí a empleos y servicios vinculados con la educación y el cuidado de la salud, y con la promesa de acceder a una vida más confortable, que comenzaba a permear el discurso capitalista hacia todos los sectores de la población.

Proponemos a continuación algunas obras desde las cuales analizar esta temática, en la mirada de dos artistas latinoamericanos ya visitados en esta serie (entregas 1, 4 y 7), el argentino Berni y el brasileño Portinari, y que ocupan un lugar muy destacado en el arte latinoamericano del siglo XX. Ambos pintores representan al artista comprometido con la realidad social de su tiempo y con la convicción que “Los pintores que desean hacer arte social y que aman la belleza de la pintura en sí misma, son los que no olvidan que están en este mundo lleno de injusticias para formar filas al lado del pueblo, auscultando los anhelos en que éste se debate. El pintor social cree ser el intérprete del pueblo, el mensajero de sus sentimientos. Es aquél que desea la paz, la justicia y la libertad. Es aquél que cree que los hombres pueden participar de los placeres del universo. (…)” (Cándido Portinari, Sentido social del arte, Conferencia pronunciada en Buenos Aires en julio de 1947).

Obras sugeridas:

1)      Antonio Berni. Migración. 1954, Colección particular. Pigmento al agua sobre tela, 202 x 300 cm



Antonio Berni, uno de los grandes nombres del arte argentino, se caracterizó por una constante renovación formal de su obra, presentando a lo largo de su carrera distintos lenguajes, estilos y materiales, adaptando su producción a los cambios visuales que cada coyuntura artística imponía. Conservó a lo largo de su vida una filiación a la idea del artista que asumía el compromiso político como parte inherente a su práctica. El cuadro que presentamos es resultado de sus estadías en Santiago del Estero, donde se acercó a las condiciones de miseria y explotación rural que se daban en el norte argentino y  generaban las migraciones o bien hacia la ciudad o bien hacia otras localidades siguiendo las rutas de la siembra y la cosecha (“agricultores golondrina”). Se acerca a esta realidad (una mirada letrada a la pobreza rural) optando claramente por la emotividad como recurso, para dar mayor fuerza a la denuncia implícita en la obra. La serie de Santiago del Este, serie en la que se inscribe este cuadro, constituye una argumentación plástica sobre las posibilidades revolucionarias de los campesinos, discusión que atravesaba a las izquierdas latinoamericanas en los años 50. Y constituye un contrapunto a la pintura oficial peronista de entonces, en la que se presentaba decorativamente y de una manera idealizada, la capacidad productiva de las distintas regiones del país.

Links a lecturas sugeridas:

Reitero las sugerencias ya realizadas en la primera entrega de esta serie “El arte en la clase de Historia” CLIC AQUÍ 

https://journals.openedition.org/alhim/770  (interesante artículo denominado “Migraciones : el viaje como modelo figurativo en el arte contemporáneo de América Latina”)




2)      Cándido Portinari. Os retirantes. 1944. Museo de Arte de San Pablo. Óleo sobre lienzo, 190 x 180 cm



El título de este cuadro alude a los habitantes de las zonas rurales de Brasil (más específicamente del nordeste) que emigran  huyendo de la sequía y del hambre. Se aúnan en esta obra tres de los grandes temas recurrentes en Portinari: lo popular, la tierra y su infancia. En una entrevista al pintor publicada luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial en Tribuna Popular, éste reveló el origen de estas imágenes: “Desde que era niño, he vivido el drama de los migrantes. Recuerdo en 1915, las grandes oleadas de gente, esa miseria. No puedo olvidar esos recuerdos que se agregan a los de gente que conocí aquí, en el interior de San Pablo. ¿Cómo puedo no llevar a mis cuadros lo que forma parte de mi infancia , de mi vida y de mi  esperanza de ver un mejor día para los hombres que trabajan la tierra?” (Citado por Balbi, Marilia (2003) “Portinari, pintor del Brasil”, ed. Boitempo, San Pablo)

Los emigrantes viajaban a pie desde el nordeste hasta los estados del sur, en busca de mejores condiciones de vida en las haciendas de café. Portinari de niño en su pueblo natal, Brodowsky, veía esas multitudes, visitaba sus campamentos, registrando así en su memoria aquellos niños y niñas de vientre grande, debido a las aguas contaminadas, a los alimentos tóxicos y las enfermedades asociadas a esas pésimas condiciones de apenas sobrevivencia.

En Os Retirantes, la familia camina descalza por la tierra seca, con huesos desperdigados en el suelo, recuerdo de los que murieron en el camino. Ojos desesperados, perplejos, siguen el camino, todos juntos. Una mujer aprensiva sostiene a un niño con un brazo mientras que con la otra mano asegura un bulto de ropa en su cabeza. El padre, de ojos asustados por el sufrimiento, lleva a un niño en una mano y con la otra carga también un fardo. Un tercer niño tiene una barriga enorme, signo de la enfermedad y el hambre. Un viejo porta un bastón, tal vez para proteger a la familia de los buitres que rondan también hambrientos. Todo el conjunto constituye un retrato de la pobreza que asusta y mata.

Portinari une aquí a su preocupación social una atención especial a los valores plásticos: la deformación de las figuras humanas, el uso de la luz para marcar caras y volúmenes, la imprecisión en la distinción de las figuras y el fondo para traer así a un primer plano dramático la situación de desesperación de los emigrantes. La representación se aleja del realismo para dejar lugar a personajes que han dejado su lugar de actores para transformarse en espectadores de su propia experiencia de emigrantes, extrañados frente a ella.

Links a lecturas sugeridas:




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