PLAN 94 LIBRE-ASISTIDO EN MODALIDAD VIRTUAL
EDUCACIÓN DE ADULTOS
Síntesis de los aspectos abordados en Salas con docentes de Historia a Nivel Nacional
Abril 2021
En febrero del 2021, al realizar las salas de inicio pocos días antes del comienzo del año lectivo en un contexto de pandemia, propusimos a los docentes que nos acompañaron abrir el encuentro explicitando las certezas que teníamos en ese momento. Invitamos a recorrerlas nuevamente, porque siguen siendo pertinentes en este momento:
- La contingencia 2020 generó disrupciones de gran impacto en las trayectorias de los estudiantes, y efectos a nivel económico, social y psicológico que han de ser tenidos en cuenta al momento de planificar el curso, por el acompañamiento que los estudiantes habrán de necesitar.
- Se deberá tomar especialmente en cuenta, al momento de planificar, la variable tiempo, en relación a la toma de decisiones acerca de los temas que se van a escoger, y la forma en que se va a trabajar.
- Es necesario también incorporar estrategias de trabajo propias de una enseñanza combinada, y planificar actividades y recursos en función de ello.
A esas certezas le sumamos la particularidad que tiene el aprendizaje en la etapa adulta con características propias, que abarcan desde los rasgos psicológicos de la edad adulta y los espacios donde se desarrolla, hasta los contenidos que pueden abordarse en cada etapa. Incluso las necesidades que llevan a estos estudiantes a retomar sus estudios, muchas veces largamente pospuestos, son diferentes a las de un adolescente. Si la intención es lograr aprendizajes significativos, no pueden ser dejadas de lado.
La sugerencia es construir recorridos que conviertan a los estudiantes en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje, que éstos sientan que están superando las metas y objetivos autoimpuestos, elevar su autoestima y el concepto que tienen de sí mismos, satisfacer su curiosidad, sus ganas de aprender, y ello les permita obtener la calificación académica que buscan, para su desarrollo, por motivos personales o laborales.
Pero el docente ha de brindar también otras posibilidades que el estudiante pudiera no haber considerado, muchas veces por desconocimiento, como pueden ser la apropiación de herramientas intelectuales que favorezcan su inserción y comprensión de la realidad en la que está inmerso, y brindarle la posibilidad de acceder al conocimiento y disfrute del arte y los bienes culturales, a manera de ejemplo.
Otros aspectos también requieren adecuación al trabajo con adultos, como por ejemplo la carga horaria semanal, la extensión de los cursos, y la amplia utilización de las tecnologías de información y comunicación (TICs), el trabajo en plataforma o la educación a distancia. La incorporación de estas variables implica necesariamente una modalidad distinta de trabajo, una metodología didáctica diferenciada, que plantee recorridos más flexibles, que tomen en cuenta a estudiantes con trayectorias irregulares por su asistencia y compromiso, o que recursan en forma reiterada en virtud de circunstancias personales. Estudiantes que por esa misma razón no disponen de un tiempo que sería “ideal” para acompañar el curso, y muchas veces tampoco del aprestamiento digital y/o de un entorno familiar que le brinde la contención y el marco ideal de apoyo a su intención de completar su formación.
Uno de los desafíos más importantes en la educación para adultos es lograr sostener su motivación, por encima de las condicionantes que lo desestimulan. Una estrategia válida puede ser, incorporar sus intereses al plan del curso, no al punto tal de que marquen la agenda docente, pero sí lo suficiente como para involucrarlo en su aprendizaje. Compartir en todo momento los propósitos de cada unidad temática o nudo conceptual que se aborda; pensar el curso en clave de evaluaciones formativas, que generen instancias de devolución personalizada; problematizar el acercamiento a la disciplina a partir de propósitos claramente definidos, que construyan un curso “situado”; respetar los tiempos del estudiante, dentro de límites claramente pautados y conocidos de antemano; explicitar qué se requerirá de él para la aprobación del curso, cómo será evaluado, y brindar las instancias de ejercitación necesarias para que pueda lograrlo; reservar espacios para el intercambio y el encuentro, donde se promuevan habilidades que permitan efectivamente construir conocimiento, y acotar la selección y jerarquización de temas para hacer esto posible, pueden ser sugerencias pertinentes para alcanzar este objetivo Y por supuesto, poniendo la centralidad en el estudiante, considerar que la tecnología no puede ser de ninguna manera un obstáculo para él, por lo que el aprestamiento en el uso de las herramientas digitales también ha de ser considerado, tanto para brindar orientaciones, como para constituirse en un disparador al momento de generar otras propuestas de actividades que contemplen a quienes no pueden aprender con la mediación de la tecnología (y aún así, optaron por esta modalidad del Plan 94).
En el Pan 94 Libre-asistido modalidad virtual hay instancias de encuentros presenciales, pero fundamentalmente la propuesta se estructura a partir de instancias remotas. Ëstas no necesariamente han de ser sincrónicas, ni implican trasladar a la virtualidad las características de la presencialidad, a riesgo de generar ámbitos en los que predominen las clases magistrales, que no dejan espacio para la promoción de autonomía, el intercambio, el ejercicio de habilidades comunicacionales, y la construcción del conocimiento
El desafío es pensar cuidadosamente qué estrategias se reservan para ser puestas en práctica en las instancias de encuentro presencial, en el caso de qué actividades o propuestas de trabajo será necesario andamiar o asesorar en forma más puntual a los estudiantes, y en función de ello, qué cantidad de encuentros virtuales sincrónicos es conveniente generar. En cuanto a las actividades que se generen para ser resueltas en forma asincrónica, sugerimos que se elaboren a partir de recursos variados, que planteen distinto grado de dificultad, y atiendan de esta forma a la diversidad de trayectorias y formas de aprender. Se deberá tomar en cuenta además, al momento de diagramarlas, que un número muy importante de estudiantes accederán a las propuestas de trabajo desde sus celulares, por lo que deberán ser accesibles a su lectura desde el formato de su pequeña pantalla.
El docente, en función de sus propósitos, determinará si prioriza la elaboración de actividades a partir de textos, fichas, documentos escritos, etc.. Aún así, insistimos en la recomendación de generar recursos variados, que incorporen otras formas posibles de acercamiento a la disciplina. Trabajar con imágenes, fijas o en movimiento, (fotografías, mapas, pinturas, caricaturas, etc.) y otro tipo de fuentes y manifestaciones culturales enriquece el trabajo y habilita a una formación más integral del estudiante. Por supuesto, esta modalidad de trabajo requiere un aprestamiento previo, del profesor y los estudiantes.
Aún cuando parezca obvio, es necesario explicitar que las evaluaciones han de estar pensadas en sintonía con el trabajo realizado. Independientemente de las instancias formales previstas por la normativa, el docente, en uso de su autonomía, profesionalismo y creatividad, puede generar, a partir del banco de actividades propuestas, los insumos necesarios para responder a los requerimientos administrativos. No necesariamente una evaluación ha de realizarse en una sola instancia. Si se aspira a generar un estudiante capaz de desarrollar una mirada lo suficientemente abarcativa, que traslade a otras situaciones herramientas y metodología del análisis histórico, si el curso está pensado de esta forma, y se trabaja en consecuencia, las propuestas de evaluación no apuntarán a la recolección de información, sino a la reflexión, comparación, opinión debidamente fundamentada, a partir de los recorridos temáticos realizados. En un mundo en el que la información está a un click de distancia, el desafío no es brindar solamente información, sino enseñar a seleccionarla en función de sus intereses, qué sitios son confiables, qué implica la propiedad intelectual, y evaluarla en forma crítica.
Sugerimos promover el pensamiento crítico y creativo, condición indispensable para promover la capacidad de discernir entre las múltiples informaciones (o infoxicaciones) recibidas desde diversos medios, e interpelarlas. Los invitamos a incorporar otras formas de "hacer, a alternar metodologías de trabajo (aprendizaje basado en proyectos, o en tareas, debates, mapas mentales o conceptuales, trabajo cooperativo, diálogos simultáneos, entre otras posibilidades) en el entendido de que ello no implica ni la implementación de todas ellas en un mismo curso, ni para todos los temas, ni mucho menos dejar de enseñar determinados contenidos disciplinares, imprescindibles. Pero consideramos que una modalidad de trabajo que alterna o incorpora en forma secuenciada distintas posibilidades de abordajes favorece el aprendizaje autónomo, contempla la heterogeneidad del estudiantado, al tiempo que contribuye al desarrollo de un pensamiento propio y la competencia para defenderlo.
Recomendamos especialmente llevar un registro minucioso del trabajo realizado, de los acuerdos a los que se hubiera llegado en salas, y de los resultados obtenidos, especialmente cuando las propuestas que se realicen no produzcan un producto final pasible de ser archivado en el liceo. Este registro no sólo es preceptivo, es imprescindible, porque constituye la memoria de la trayectoria del estudiantado y del trabajo realizado por el docente, al tiempo que brinda insumos para la reflexión sobre las prácticas. Un registro no diferido, sino sincrónico al desarrollo del curso permite detectar a tiempo a los estudiantes que están en riesgo de desvincularse, en cuyo caso se debe advertir en forma inmediata a la Dirección institucional para que evalúe qué acciones tomar al respecto.
Por último, retomando una línea que la Inspección de Historia promueve especialmente, los invitamos a trabajar colaborativamente con los colegas, a discutir, y buscar el consenso. Sólo es posible cambiar la educación cuando los docentes asumen y son protagonistas del cambio. En el Blog de la Inspección de Historia, y en su canal de YouTube (https://www.youtube.com/channel/UCR0B-KUyvsugv0DqnZzztlQ), encontrarán repositorios de materiales, bibliografía, recursos, y noticias que aportan Recursos Educativos Abiertos (R.E.A.), que pueden colaborar, brindar ideas, o constituirse en “disparadores” de otras, también con la intención de aportar a su trabajo.
Continuaremos en contacto a través de los medios por todos conocidos. Somos conscientes, valoramos y felicitamos a todas y todos por su compromiso con la educación, y por el enorme trabajo que están realizando. Los alentamos a continuar en esta línea. Saludos cordiales.
Profesora Andrea Tempone Profesora Elisa Rodríguez
Inspectoras Nacionales de Historia
23 de abril de 2021
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